De vegades les persones poden ser tan roïns que fan canviar el parer
d'altres persones.
Tinc un conegut, molt estimat que és de dretes, però,
el seu cor és anarquista, perquè és pur, no té res seu, no és
masclista, ajuda als amics quan ells no tenen, sense mesurar l'esforç,
ni el valor dels actes... ho fa sense mesurar el sacrifici.
Malauradament, la societat en què vivim se n'aprofita d'aquests
individus. De vegades no entenc el seu discurs, quan el seu cor és tan
pur... malgrat tot, en l'intimidat, parla amb veu serena, amb veritats
clares... les seves mans grans, fortes i cansades de treballar,
transmeten el dolor de les mentides que l'han avocat al pensament
universal del "Salvese quien pueda".
Massa lladre, aquest país està ple de gent que estima massa el que no és seu, inclòs entre els amics l'enveja
és una crosta que molesta, com una infecció, com un fong imparable.
Malgrat tot, deia, els bons homes només parlen un idioma, dels dialectes
il·legibles ja s'encarreguen les llengües verinoses.
martes, 8 de diciembre de 2015
miércoles, 26 de marzo de 2014
Un poco de humor negro.
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Angelitos... casi negros! |
El tema de la muerte es por sí mismo muy escabroso. No
nos preparan para morir, aunque vayamos directos a ello y el camino de la vida
no sea más que el camino hacia la muerte.
En mi familia existe la sana, y digo sana porque es una
fiesta y no un drama, tradición de ir al cementerio a ver cómo están nuestros
antepasados, limpiar el nicho y de paso estar un rato con el recuerdo agradable
de quien nos dejó; si, agradable porque el que nos dejó sembró en nosotros la
sana semilla de aceptar lo que somos y recordar con alegría y no con tristeza.
Antaño, mi hija, se encargaba de decorar las lápidas con
arte floral chino, me explico, digo chino porque últimamente compramos las
flores en el bazar Chung Li, pero hoy mi hermano, el pequeño de los mayores, me
ha sorprendido gratamente haciendo una composición floral que ni el mejor de
los maestros de ikebana. Hoy, hemos ido al cementerio, en día laborable, porque
el día uno de noviembre se llena a tope y es un escándalo, para nosotros la
festividad de todos los Santos es cada día que vamos y nos quedamos tan panchos.
Bien, ha sido un día tranquilo, algún percance por la
erosión del tiempo cuya solución ya está en manos de los especialistas de
Serveis Funeraris de Barcelona… 92 pavos… por reparar un marco y poner yeso en
las losas laterales. En fin, un gran día… pero muy divertido, sobre todo cuando
le hemos dicho al funcionario que queríamos poner un cartel en la entrada del
cementerio que rezaba:
Hoy proyección de “La muerte tenía un precio”… más que
nada para que los nuevos moradores se vayan enterando de que morirse es caro y
conservar el pisito aún más.
Por cierto… también ha llegado al camposanto la
política de desahucios!
Al loro, que no estamos tan mal!
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Mi hermano en pleno éxtasis creativo |
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Voilà! |
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En plano general |
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Detalle del apartamento de un vecino 1 |
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Mi hermano documentando gráficamente el arte funerario |
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Nicho por reparar |
domingo, 16 de marzo de 2014
Un lugar para morir!
Dama
Mi compañera de
viaje es activista en pro de la defensa de los felinos. Sensibilizada con todo animal de cuatro patas, con garras y
bigotes, que haga miau y ronronee, sea un gato persa o un tigre de Bengala.
Hace días una amiga le llamó al teléfono para que resolviera
el caso de un felino, una hembra de veintidós años, encerrada en el trastero de
un tendero paquistaní, anciano, llegado a menos y en una situación precaria. El
desahucio era inminente y sólo disponíamos de cuarenta y ocho horas para
colocar al gato.
Horas más tarde,
después de estar pegada al teléfono, recibir innumerables ayudas y consejos de
activistas como ella, pude leer en sus ojos la estampa del desconsuelo.
“A mí no me
mires, yo no quiero más animales en casa” le dije con severa autoridad.
Después de estas
palabras, siguió con su alegato… si, con su ¡ale GATO!
Dama es una
preciosa princesa de rabo corto, blanca y de ojos amarillos y almendrados, con veintidós
años a sus espaldas, ajada, llena de vellones, con el pelo sucio y apelmazado. Señor,
que descuido, como se puede tener así a un animal tan hermoso.
Ahora está en una
habitación de la casa, aislada para que las dos gatas Celine y Mafalda se vayan
acostumbrando al olor extraño del intruso.
Come bien, bebe
mucho, ha de tomar una pastilla todos los días para su corazón y si,
efectivamente… mi autoridad deja mucho que desear como hombre de la casa, jajaja,
y yo, sinceramente me alegro.
Dama, morirá entre nosotros, pues no creo que a estas alturas y en la sociedad en que vivimos
nadie quiera un felino anciano, de corazón débil y riñones delicados, la mayoría
de los humanos prefieren comprar cachorros tiernos y amorosos en tiendas donde los almacenan, como
en factorías para pollos o algo peor. Siempre es más bello un cachorro
juguetón que el andar calmoso y cojo de una gata vieja.
Dama vivirá en
casa, con su pienso, sus pastillas, su manta y nuestra estufa en los inviernos… los poquitos que le
queden, en compañía de estas dos “sinvergüenzonas” mimadas y, sin duda alguna, acunada por los mimos de
las manos de mi compañera. Deseando que tarde muchísimos años en dejarnos.
martes, 18 de febrero de 2014
Volver a ser niño
Jugar es inventarse mundos extraordinarios, aunque a veces, sólo a veces, no hace falta imaginar si no dejar fluir.
Esto sucede cada vez que Ian, nuestro nieto, cruza por la puerta de casa y comparte con nosotros el fin de semana.
¿Que qué sucede?, pues muy sencillo, que nos volvemos niños.
Esto sucede cada vez que Ian, nuestro nieto, cruza por la puerta de casa y comparte con nosotros el fin de semana.
¿Que qué sucede?, pues muy sencillo, que nos volvemos niños.
Es un petardo fenomenal!
sábado, 8 de febrero de 2014
Silencio
Hace días que guardo silencio. Me apetece contaros que estoy trabajando con palabras, palabras en latín, en otro idioma y tengo la sensación, en algunos momentos, de que es como abrazar a la madre de todas las cosas y retroceder en el tiempo para entretenerme, pasmado, entre historias antiguas y viejas leyendas de templarios.
Hoy entre mis manos pasaba fugaz un pergamino y la curiosidad me ha llevado a investigar un poco que tenía ante mis ojos.
Y he encontrado esto.
Es el Beatus vir y en sus primeras líneas reza lo que sigue:
Hoy entre mis manos pasaba fugaz un pergamino y la curiosidad me ha llevado a investigar un poco que tenía ante mis ojos.
Es el Beatus vir y en sus primeras líneas reza lo que sigue:
Dichoso el varón, que no se ha marchado tras el consejo de los impíos, en el camino de los pecadores no se detuvo y en la reunión de los cínicos no se sentó...
Mucho que aprender.
A seguir trabajando para San Benito de Nursia.
miércoles, 25 de septiembre de 2013
Gotas de rocío
Dicen los puristas que manipular una imagen con programas de edición no es fotografía, es foto ilustración.
A mi no se que me cuentan, yo sólo hago fotos, independientemente de como las llamen los eruditos!
A mi no se que me cuentan, yo sólo hago fotos, independientemente de como las llamen los eruditos!
Y me gusta lo que hago... al margen de que sean fotos, imágenes licuadas o papel maché!
miércoles, 4 de septiembre de 2013
¿Son felices mis gatos?
A veces tenemos la imperiosa necesidad de cuidar de una pequeña mascota. No necesariamente por hacer el bien, a veces es por un ego desbordante de poseer algo bonito que acariciar, o alguien a quien llamar y acuda en busca de cariño, mimos o golosinas, el caso es que a tu llamada acuda alguien, aunque sea el loro.
Yo tuve una mascota hace mucho tiempo y compartí con mi gata Nena unos momentos increíbles, me niego a llamarle mascota, entre otras cosas porque yo era su mascota y ella mi gran amor felino.
Cuando llegaba a casa me esperaba en la puerta.
Cuando me tendía en el sofá se acurrucaba en mi regazo con su ronroneo incansable. Estiraba la patita para pedirme croissant en los desayunos del domingo y tenía que ser de la parte de la miga blanda, por supuesto no le apetecía cualquier bollo industrial, tenía que ser el croissant de la Mercè, de mantequilla, por cierto exquisitos.
Cuando murió la Nena estaba trabajando en Colera, cerca de Portbou y recuerdo montar iluminación entre lágrimas y mocos, entre el desconsuelo y la sinrazón. Nena llegó a casa una tarde de septiembre, parió una camada de cuatro mininos que el veterinario se encargó de darles muerte porque donde estaban ya había muchos elementos y por desgracia no cabían más. Oí unas palabras que me decían: "Jóse", si no te la llevas tu se tendrá que quedar en la calle. Nena, Reina y Ginger también, vivía en un parking cerca de la zona donde Luci alimentaba una colonia de gatos callejeros. Le dieron de palos unos niños ausentes de piedad y de armonía con el entorno animal, aunque ellos fueran unas ratas o lobos rabiosos infectados de tiña. Nena se enarboló entre las piernas de Luci como sólo lo sabe hacer un gato... y la siguió.. y se coló en su casa... y...
Luci, que ya tenia ocho gatos la acomodó en un lado del patio para que pudiera parir tranquila, pero los ocho felinos que habitaban la casa poca tranquilidad le dieron.
Nena vino a casa y se marchó catorce años después, me conoció unas cuantas novias hasta que llegó la persona que se acurrucaría a mi lado, en mi corazón hasta estos días. Nena y ella hicieron muy buenas migas, tanto que el día en que murió lo hizo en sus brazos.
Me prometí a mi mismo no tener más seres que dependieran de mi...
Ahora tengo dos. Dos hembras que me tienen el corazón robado.
Pero yo me pregunto ¿son felices mis gatas? Aún siendo madre e hija y salta a la vista que se quieren mucho, juguetean entre ellas, se miman y acarician, pero aún así ¿no estarían mejor en el campo, corriendo, saltando, cazando pajaritos?
A veces las miro y las comparo con los felinos del parque Zoológico que, encerrados en jaulas me llenan de tristeza y me consuelo diciéndome a mi mismo... Al menos no están de alfombra en algún piso de lujo de Pedralbes, o de trofeo en alguna pared del Palacio de Oriente.
No se si mis gatas son felices, pero como yo las cuido no lo haría nadie.
Yo tuve una mascota hace mucho tiempo y compartí con mi gata Nena unos momentos increíbles, me niego a llamarle mascota, entre otras cosas porque yo era su mascota y ella mi gran amor felino.
Cuando llegaba a casa me esperaba en la puerta.
Cuando me tendía en el sofá se acurrucaba en mi regazo con su ronroneo incansable. Estiraba la patita para pedirme croissant en los desayunos del domingo y tenía que ser de la parte de la miga blanda, por supuesto no le apetecía cualquier bollo industrial, tenía que ser el croissant de la Mercè, de mantequilla, por cierto exquisitos.
Cuando murió la Nena estaba trabajando en Colera, cerca de Portbou y recuerdo montar iluminación entre lágrimas y mocos, entre el desconsuelo y la sinrazón. Nena llegó a casa una tarde de septiembre, parió una camada de cuatro mininos que el veterinario se encargó de darles muerte porque donde estaban ya había muchos elementos y por desgracia no cabían más. Oí unas palabras que me decían: "Jóse", si no te la llevas tu se tendrá que quedar en la calle. Nena, Reina y Ginger también, vivía en un parking cerca de la zona donde Luci alimentaba una colonia de gatos callejeros. Le dieron de palos unos niños ausentes de piedad y de armonía con el entorno animal, aunque ellos fueran unas ratas o lobos rabiosos infectados de tiña. Nena se enarboló entre las piernas de Luci como sólo lo sabe hacer un gato... y la siguió.. y se coló en su casa... y...
Luci, que ya tenia ocho gatos la acomodó en un lado del patio para que pudiera parir tranquila, pero los ocho felinos que habitaban la casa poca tranquilidad le dieron.
Nena vino a casa y se marchó catorce años después, me conoció unas cuantas novias hasta que llegó la persona que se acurrucaría a mi lado, en mi corazón hasta estos días. Nena y ella hicieron muy buenas migas, tanto que el día en que murió lo hizo en sus brazos.
Me prometí a mi mismo no tener más seres que dependieran de mi...
Ahora tengo dos. Dos hembras que me tienen el corazón robado.
Pero yo me pregunto ¿son felices mis gatas? Aún siendo madre e hija y salta a la vista que se quieren mucho, juguetean entre ellas, se miman y acarician, pero aún así ¿no estarían mejor en el campo, corriendo, saltando, cazando pajaritos?
A veces las miro y las comparo con los felinos del parque Zoológico que, encerrados en jaulas me llenan de tristeza y me consuelo diciéndome a mi mismo... Al menos no están de alfombra en algún piso de lujo de Pedralbes, o de trofeo en alguna pared del Palacio de Oriente.
No se si mis gatas son felices, pero como yo las cuido no lo haría nadie.
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