jueves, 26 de enero de 2012

Como los niños pequeños









Construir una sonrisa es algo automático.
Nunca nos paramos a pensar qué la provoca; simplemente, la regalamos.
Nada hay más placentero que rodearse de personas que sonríen, que regalan sonrisas constantemente, que sonríen con la boca, con la mirada, con las manos, con la palabra.
Es hermoso estar rodeado de gente alegre.

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