lunes, 9 de julio de 2018

Rosendo

   Cierto es que uno traza su rumbo y la vida le lleva por donde a ella le apetece. Lo digo porque este blog quería ser un poco la impresión fotográfica de la vida a través de mi pupila y a veces la experiencia se cuenta a través de mis pupilos.
 
   Rosendo fue un gato guapo, vivía en una colonia, en Tortosa, una ciudad llena de gatos.

   Gracias a Dios en esta ciudad catalana, la estupidez humana no los ha visto ni tratado como plaga, todavía.

   Entre asociaciones, profesionales y voluntarios de todo tipo, estos felinos admirables pasan sus días al sol, auyentando ratas, cazando palomas, persiguiendo insectos  y otras especies molestas para los humanos.
 
   Bien, Rosendo era uno de estos gatos, un FF clase CA, (felino feliz, controlado y alimentado), pero este sábado nos dejó, no sin el esfuerzo titánico de Montse i Mònica con Xavi Fernando al frente del equipo veterinario del "Centre Veterinari Baix Ebre" que se encargó de los cuidados médicos . Mi compañera a su vez hizo frente a las otras atenciones, las del corazón y la ternura. Desde que recibí el aviso un viernes a las seis de la mañana con un angustioso "ven por favor y tráete un transportin" hasta que su corazón dejó de latir, no hemos cesado de colmarlo de cariño.
 
   Rosendo era un gato guapo, posó para el fotógrafo de Progat Tortosa en la hoja del mes de junio de 2016.

   Rosendo era un macho cariñoso y se fue como vivió, cuidado, querido y sereno.
  
   Rosendo era un gato guapo, cariñoso y de la calle, eso es... libre.


Rosendo 2015 Colònia dels Jutjats



Monse i Mònica a l'ordinador preparant la taula de medicació.

Rosendo, amb dificultats per respirar, deshidratat i amb infecció als budells.

Xavi, administrant una via

Rosendo, comença el procés de rehidratació

Visita al centre veterinari
Rosendo, procés de cures.

La furgo ambulància, Rosendo es traslladat a casa.

jueves, 6 de abril de 2017

Irse entre algodones 1

Tenía mil cosas que contar, pero no hace falta... sacrificamos a Vera envuelta de amor y cariño.
Gracias Xavi, eres uno de los pocos Médicos para seres no humanos que en cada visita les regalas toda la humanidad que cabe en tu corazón!!!











lunes, 10 de octubre de 2016

Mirar sin ver... ¿vivir muriendo?

Hace poco nos llegó a casa, llovida del cielo, una gata menuda, un cachorro. Estaba desnutrida, llena de bichos por dentro y por fuera, los ojos hinchados, parece ser que a punto de reventar. Total, un pingajo feo, sucio y ciego. Cuando te encuentras un animal así en la calle no dejas de pensar en su calidad de vida, que posibilidades tendrá, como se desenvolverá e inmediatamente piensas en una buena calidad de muerte, pero la eutanasia en los animales de compañía no es un pormenor que contemplen los amantes de los animales, al menos y gracias a Dios, no la mayoría, e inmediatamente pusimos  en marcha un protocolo de custodia, desparasitamos según indicaciones del veterinario... luego miramos ese infantil rostro felino y procedimos a ponerle nombre... Lucero.


 

Días más tarde, bajo las ruedas de un coche, en la misma zona, encontramos otro individuo en las mismas circunstancias, otra hembra, de mirada perdida, desorientada y con los ojos en blanco, y aunque parecía ser que la avería era más leve también estaba completamente ciega.
A esta segunda lluvia le llamamos Serena. Raquítica, llena de caspas y bichos infames, temblaba de miedo, estaba literalmente en los huesos. Mi compañera y yo nos miramos, pocas palabras o tal vez ninguna caben en esta conversación. Hay que actuar rápido, veterinario, desparasitación y cuidados intensos e intensivos, mimos y susurros... son individuos que tienen apenas veinte días de vida y son rechazados por su madre por alguna razón que desconocemos, para dejarlos morir, tal vez, porque intuyen que van a ser un lastre para la manada o para ellas mismas. Comprobamos por el pelaje que eran hermanas y se parecían como dos gotas de agua a sus progenitores.
La deducción es clara, ambas son hijas de Popeye un felino feral de valentía y arrojo, de pelo gris verdoso, europeo común y cojo pero con garbo,  y Delfina, felina feral del mismo color de cara menuda, alargada y facciones dulces, ambos datados, censados, fotografiados, pero por alguna razón debida a su ingenio imposibles de esterilizar hasta la fecha.

¿Qué se le va a hacer? como dice la canción... si naciste para martillo, del cielo te caen los clavos.

Lucero y Serena duermen tranquilamente al abrigo de nuestros corazones. Esperamos, con serias dudas que alguien las adopte, juntas, a ser posible. Pero en esta sociedad, donde lo bonito e inmaculado prevalece sobre el desorden de la naturaleza, es algo poco más que imposible. A ver si tenemos suerte.

Lucero, al llegar a casa.
Lucero, la del cucurucho y Serena




Las hermanitas Yinyang


Ahora, ambas hermanas están atravesando una crisis de salud debido a un aumento de bacterias en su aparato digestivo que nos obliga a esmerar los cuidados, dadas de alta de los ojos ahora esto, Lucero está un poco abatida, Serena en cambio se espabila día a día.

Serena con ganas de jugar y enredar.

Lucero en cambio se refugia en el silencio de la cocina.




Vaya par de pingajillos más hermosos!!!

sábado, 30 de julio de 2016

No todos los trabajos remunerados te llenan de satisfacción


  
    A veces los trabajos remunerados son los que a final de mes te dejan el bolsillo lleno, los autónomos pagados y la necesidad imperiosa de salir a la calle a buscar más trabajo, con la angustia que conlleva capear este temporal provocado por la avalancha de mentes insulsas que dirigen el país, el país grande y el país pequeño, donde vivo.
   En el país grande no se me oye, aunque grite y el país pequeño está inundado de cuestiones que no traerán buenas consecuencias, a menos, claro que tiremos por la vía recta, "tu ja m'entens". En mi país, el pequeño hay una pequeña comunidad que envejece deprisa. Es un lugar limpio, diría que sin mácula, un espacio donde aún se pueden hacer trabajos que, más que llenar los bolsillos, te llenan el alma. 
   Tener en las manos pergaminos que pertenecen a libros desmontados tiene su historia... es un honor ponerme los guantes blancos y acunar bajo la luz de la mesa de reproducción esos niños tan viejos... y los amas. Los amas con el cariño y el respeto por quien trabajó la piel hasta hacerla pergamino, por quien elaboró la tinta recolectando agallas de roble u otras materias que hicieron posible que estas maravillas lleguen hasta nuestros talleres.
    Ante todo esto, existe un placer profundo, como unas cosquillas en el pecho y una taquicardia irrefrenable, ese momento ocurre cuando Sor Doctora María Dolores Díaz de Miranda y Macías, te cuenta la historia de ese libro, con esa pasión, con la estructura narrativa necesaria para que, hasta el más tonto de la clase... un servidor, comprenda el significado tan valioso de recuperar la historia y traerla hasta nuestros tiempos,

    En mi país, el pequeño, hay un lugar que es un remanso de agua clara, donde los árboles, mecidos por un suave viento, proyectan una sombra fresca y te susurran con el sonido de las hojas... "Estás en casa".
    No hay dinero para comprar esto.

                Monestir de Sant Pere de les Puel·les, taller de restauració de document gràfic.















martes, 8 de diciembre de 2015

La veu honesta

De vegades les persones poden ser tan roïns que fan canviar el parer d'altres persones.
Tinc un conegut, molt estimat que és de dretes, però, el seu cor és anarquista, perquè és pur, no té res seu, no és masclista, ajuda als amics quan ells no tenen, sense mesurar l'esforç, ni el valor dels actes... ho fa sense mesurar el sacrifici.
Malauradament, la societat en què vivim se n'aprofita d'aquests individus. De vegades no entenc el seu discurs, quan el seu cor és tan pur... malgrat tot, en l'intimidat, parla amb veu serena, amb veritats clares... les seves mans grans, fortes i cansades de treballar, transmeten el dolor de les mentides que l'han avocat al pensament universal del "Salvese quien pueda".
Massa lladre, aquest país està ple de gent que estima massa el que no és seu, inclòs entre els amics l'enveja és una crosta que molesta, com una infecció, com un fong imparable.
Malgrat tot, deia, els bons homes només parlen un idioma, dels dialectes il·legibles ja s'encarreguen les llengües verinoses.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Un poco de humor negro.

Angelitos... casi negros!


El tema de la muerte es por sí mismo muy escabroso. No nos preparan para morir, aunque vayamos directos a ello y el camino de la vida no sea más que el camino hacia la muerte.
En mi familia existe la sana, y digo sana porque es una fiesta y no un drama, tradición de ir al cementerio a ver cómo están nuestros antepasados, limpiar el nicho y de paso estar un rato con el recuerdo agradable de quien nos dejó; si, agradable porque el que nos dejó sembró en nosotros la sana semilla de aceptar lo que somos y recordar con alegría y no con tristeza.
Antaño, mi hija, se encargaba de decorar las lápidas con arte floral chino, me explico, digo chino porque últimamente compramos las flores en el bazar Chung Li, pero hoy mi hermano, el pequeño de los mayores, me ha sorprendido gratamente haciendo una composición floral que ni el mejor de los maestros de ikebana. Hoy, hemos ido al cementerio, en día laborable, porque el día uno de noviembre se llena a tope y es un escándalo, para nosotros la festividad de todos los Santos es cada día que vamos y nos quedamos tan panchos.
Bien, ha sido un día tranquilo, algún percance por la erosión del tiempo cuya solución ya está en manos de los especialistas de Serveis Funeraris de Barcelona… 92 pavos… por reparar un marco y poner yeso en las losas laterales. En fin, un gran día… pero muy divertido, sobre todo cuando le hemos dicho al funcionario que queríamos poner un cartel en la entrada del cementerio que rezaba:

Hoy proyección de “La muerte tenía un precio”… más que nada para que los nuevos moradores se vayan enterando de que morirse es caro y conservar el pisito aún más. 
Por cierto… también ha llegado al camposanto la política de desahucios! 
Al loro, que no estamos tan mal!

Mi hermano en pleno éxtasis creativo

Voilà!

En plano general

Detalle del apartamento de un vecino 1

Detalle del apartamento de un vecino 2

Mi hermano documentando gráficamente el arte funerario 

Nicho por reparar











domingo, 16 de marzo de 2014

Un lugar para morir!


Dama

Mi compañera de viaje es activista en pro de la defensa de los felinos. Sensibilizada con todo animal de cuatro patas, con garras y bigotes, que haga miau y ronronee, sea un gato persa o un tigre de Bengala.
Hace días una  amiga le llamó al teléfono para que resolviera el caso de un felino, una hembra de veintidós años, encerrada en el trastero de un tendero paquistaní, anciano, llegado a menos y en una situación precaria. El desahucio era inminente y sólo disponíamos de cuarenta y ocho horas para colocar al gato.
Horas más tarde, después de estar pegada al teléfono, recibir innumerables ayudas y consejos de activistas como ella, pude leer en sus ojos la estampa del desconsuelo.
“A mí no me mires, yo no quiero más animales en casa” le dije con severa autoridad.
Después de estas palabras, siguió con su alegato… si, con su ¡ale GATO!
Dama es una preciosa princesa de rabo corto, blanca y de ojos amarillos y almendrados, con veintidós años a sus espaldas, ajada, llena de vellones, con el pelo sucio y apelmazado. Señor, que descuido, como se puede tener así a un animal tan hermoso.
Ahora está en una habitación de la casa, aislada para que las dos gatas Celine y Mafalda se vayan acostumbrando al olor extraño del intruso.
Come bien, bebe mucho, ha de tomar una pastilla todos los días para su corazón y si, efectivamente… mi autoridad deja mucho que desear como hombre de la casa, jajaja, y yo, sinceramente me alegro.
Dama, morirá entre nosotros, pues no creo que a estas alturas y en la sociedad en que vivimos nadie quiera un felino anciano, de corazón débil y riñones delicados, la mayoría de los humanos prefieren comprar cachorros tiernos y amorosos en tiendas donde los almacenan, como en factorías para pollos o algo peor. Siempre es más bello un cachorro juguetón que el andar calmoso y cojo de una gata vieja.


Dama vivirá en casa, con su pienso, sus pastillas, su manta y nuestra estufa en los inviernos… los poquitos que le queden, en compañía de estas dos “sinvergüenzonas” mimadas y, sin duda alguna, acunada por los mimos de las manos de mi compañera. Deseando que tarde muchísimos años en dejarnos.