domingo, 16 de octubre de 2011

El tesoro mejor guardado



No se puede describir cuando la felicidad toma forma y la ilusión se hace realidad.
La humanidad, la bondad, esa espontaneidad innata y la manera de observar a cada uno de nosotros, con el mimo y cuidado de que cada uno tenga lo suyo y todo esté en su sitio, la perpetua armonía, el temperamento de Juanita Spínola. Todo ello, sin duda alguna, viaja a través de esta sonrisa llena de luz, de carácter y hermosura.
No es porque sea mi hija... nada que ver!!!!

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